domingo, 8 de noviembre de 2009

Fanáticos introspectivos; nipofilia y anglofobia

El fan, tanto en el anime como en cualquier otra forma del entretenimiento tiende a sustituir su realidad con una interna basada o derivada en su objeto de devoción, pero en definitiva el anime es un punto y aparte merecedor de su propio estudio. Los fanáticos, a pesar de sus argumentos gastados que indican que su afición no los aísla, sino que de hecho los ayuda a socializar con otros fanáticos, tienden evidentemente a un aislamiento social crónico. El argumento de socialización con fanáticos falla en una cuestión clave: Su obsesión los domina tanto que eventualmente rechazan todo aquello que no lleve implícito o explicito algo que ver con su afición o con Japón. Y claro esta, lo que completa este circulo es su rechazo a todo lo Americano. Así pues, todo producto hecho en EEUU es el demonio y todo hecho en Japón es puro y bueno. Por estas razones, entre otras, me llevaron a rechazar totalmente el anime, pues después de razonarlo bien, hasta aquellas series elogiadas y tratadas como la “Realeza” del género (Como Evangelion, por ejemplo) son demasiado absurdas y sosas para los estándares mundiales. Si desean criticarme, háganlo, es mas, ese es el punto de todo esto. Pero decidí dar una crítica más fundamentada que solo un argumento repetido ad infinitud.

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