La mayor parte (Sino todas) de las premisas principales del anime son, honestamente, demasiado sur realistas para los gustos occidentales, presentado tramas que rayan de lo fantasioso a lo honestamente irreal e incoherente. La razón mas obvia de esta tendencia esta clara: La población japonesa, expuesta a una enorme carga de stress, busca en sus formas tan autóctonas de entretenimiento una válvula de escape. No es de extrañar por eso que las aficiones venidas de esta nación asiática sean, cuando menos, excéntricas. Si su visión sencillamente no cumple con los parámetros mas básicos de suspensión de la incredulidad (La capacidad de la audiencia de dejar de lado su sentido critico en pro del disfrute de la historia)
* ¿Cómo es posible que sea tan popular?
Las razones son simples:
a) En Japón, los parámetros de suspensión de la incredulidad no son tan estrictos
b) Los fans occidentales del anime CARECEN de sentido crítico, y son capaces de aceptar las premisas más ridículas. En el mejor de los casos, el único sentido crítico que tienen es para otros animes que no son de su agrado.
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